Existe
un orden natural, una forma de crear conforme a unos patrones que se
pueden comprobar de forma sencilla, cómo se origina y se destruye la
creación, como estos patrones, se repiten y se repiten en el planeta, y
más allá de sus fronteras. Esos patrones basados en geometría y
matemáticas, forman parte de ese orden natural al que toda la creación
está sujeta. Se puede especular sobre si esto es originario de una
inteligencia o es una forma de simulación, este campo tan vanguardista
está sembrado para que vayamos un poco más allá de lo que la lógica
racional nos permite. Por el contrario el sistema en el que vivimos no
es natural y su forma de expresión y supervivencia, nos merma y nos
enferma, pero ¿qué es el sistema?...
Socialmente
se conoce al sistema, como el orden por el cual nuestra civilización se
rige, este orden comprende un estado social, ideológico, económico,
político y teológico, cinco puntas de una estrella en la que todas esos
vértices nacen de un cetro un tanto difuso y difícil de identificar,
pero qué ejerce a través de sus ramificaciones un férreo control sobre
los individuos. Este sistema no solo nos controla físicamente,
psicológica y moralmente, para su supervivencia requiere ejercer un
control desde otras capas de la realidad las cuales escapan a nuestros
sentidos. Todo lo que vive en este sistema, pertenece al sistema. El
sistema no solo son los bancos, los políticos o los estamentos
religiosos, también pertenecen a él, esos entes o inteligencias que no
está reconocida su existencia ni siquiera por el propio sistema, esa es
su mejor baza, ya que guardan unos intereses y unas motivaciones
alejadas de lo que el sistema puede ofrecer a cualquier mortal. De cara a
la galería, si no existe no puede ser desmontado y expuesto por eso su
intención esta siempre oculta a nuestra restringida y programada mente.
Cuando
abrimos nuestras miras e intentamos englobar todo aquello que desde
distintos puntos fluctúa para centrar todas sus opciones en nosotros,
opciones en las que ya no hay metas de dinero y poder, sino que son más
sibilinas y siseantes. Tenemos que vernos obligados sin más remedio, a
formar unas señas que nos permitan identificar sus patrones aunque solo
sea por supervivencia. El sistema en el que buceamos tiene una formula
viciosa, un patrón que repite constantemente y que nos permite estar
alerta e identificar si es algo que proviene de sus intestinos o si por
el contrario es algo natural de acuerdo al orden creado en origen.
Los
creadores de nuestro sistema, nuestro modo de vida, nuestra forma de
ver, pensar, razonar y comunicar, perdieron la capacidad creativa, por
tanto al tratar de crear un sistema al margen del sistema, lo único que
lograron a través de ese importante conocimiento universal que atesoran,
fue fabricar una burda copia. Un creador puede formar desde cero, ellos
partieron de una forma ya creada y trataron de formar una nueva forma
de existencia al margen de las leyes naturales, pero solo lograron
arrancar un proceso de inversión, creando patrones invertidos con los
que finalmente formaron un patrón más propio de un virus, que de un ser
creativo. Este patrón inverso en realidad formo una respuesta universal
más propia de un lupus, células atacando al organismo que las crea y las
dio vida, en este caso nuestro papel dentro de esta situación seria
como la de simples células reaccionando a una situación autoinmune, ese
clásico sentido de llamada ante una acumulación de organismos víricos
infectando y atacando al cuerpo que las sostiene. Plaquetas y glóbulos
blancos tratando de defender su sistema, llegando en primer orden a la
causa del origen de la enfermedad. Nosotros legamos aquí de este modo y
quedamos aquí atrapados, tratando de sanar una situación, que una vez
dentro, ni entendemos, ni recordamos.
Si
tratamos de formar un patrón identificatorio, nos daremos cuenta que el
sistema trata de imitar la creación, pero su patrón de imitación, está
orientado de forma inversa, alejándose del orden, y entrando en el caos,
pasando de lo natural a lo antinatural y de lo con-verso a lo in-verso.
Todo es invertido en este sistema, y poco a poco vemos como todo lo
natural es transformado y girado de forma siniestra invirtiendo su orden
para generar un alejamiento de la naturaleza, de nuestro origen, de
nuestra esencia. El sistema lucha contra natura invirtiendo la creación
como si de un calcetín se tratara, tratando de alejar toda forma de vida
conectada al universo, para pervertirlo, dominarlo y sacar todo tipo de
sentimientos, para sustituirlos por odio y miedo.
El orden del caos es uno de los principios en los que se fundamenta la élite del sistema. |
Hoy,
mires donde mires, todo ha sido invertido, los símbolos, los modos y
las formas, el pensamiento y el desarrollo de las ideas, todas
invertidas. Las relaciones humanas, los géneros, el sexo, todo
invertido. Las creencias, la fe y la religión también fueron invertidos,
alejándonos de lo que en realidad significaron una vez. La política
también es invertida, beneficiando a unos pocos en lugar de a todos. En
la economía curiosamente invertir supone generar riqueza, cuando la
verdadera riqueza esta en donar, ya que es el don el que nos hace
naturalmente ricos, pero al invertir este proceso, nos enseñan que la
avaricia y el egoísmo, o sea la inversión del orden natural, es la forma
adecuada de gestionar la riqueza. En un planeta plenamente abundante,
vivimos en la escasez, eso lo invirtieron y olvidamos que es la
abundancia, ni siquiera podemos imaginarla. Nuestra salud y el modo de
alimentarnos también fue invertido, convirtiendo lo artificial, lo
químico y lo procesado en lo común al progreso, alejado de lo natural,
alejado de lo adecuado y lo equilibrado, lo sano y lo respetable con
nuestro entorno y nuestro cuerpo.
Los
roles sociales también fueron invertidos, y adoptamos como lógico y
normal, abandonar a nuestra descendencia, y vivir por y para el sistema,
creemos que ser esclavos es lo mejor para nosotros, y solo perseguimos
como meta una jaula más grande, con amplias zonas comunes y zonas
ajardinadas, en lugar de romper esos barrotes y combatir nuestra propia
esclavitud. Todo girado, todo invertido, virando en la dirección
contraria a lo humano, despegándonos del sentimiento y la empatía,
abrazando el pragmatismo, la lógica cuadriculada y la frialdad
psicopática. Acomodados en la amnesia anestésica, avanzamos en dirección
contraria con toda nuestra energía, volamos hacia el abismo más negro y
oscuro, persiguiendo un resplandor que nos hará besar el suelo y
rebotar en la estupidez.
El
sistema, ese archienemigo que nos persigue, nos vigila y nos maltrata,
ese gran hermano oculto en las sombras que intriga y conspira para
aplastar cualquier síntoma de secesión. Ese cruel enemigo al que todos
reconocemos y que impotentemente soportamos, es en muchas ocasiones
nuestro mejor amigo y aliado, ya que como buen camaleón, se vestirá con
las ropas que precise, para evitar que encuentres la verdad, o al menos
parte de ella. Es por eso que te proporciona ese dulce Soma que aletarga
tus sentidos y permite que continúes rebelde, pero dócil al mismo
tiempo.
El
sistema te conoce mejor que tú y sabe lo que necesitas incluso cuando
ni siquiera tú lo sabes, sabe cómo proporcionártelo, sabe cómo mitigar
tu inquietud, sabe cómo mojar tus labios resecos, y calmar tu ansia y tu
sed, sabe y tú solo crees que sabes. Ese es el génesis de todo, creer
ayuda a tu control, mientras crees, el sistema te mantiene creyente y te
proporcionara creencias, sean estas cuales sean, todo es cuestión de
gustos. Seas religioso, seas despierto, feroz investigador, adoctrinado,
pragmático, escéptico, libre pensante, anarquista, ideólogo, filósofo o
científico, al final, eres creyente y te dará tu dosis, cual salario.
Tu hambre de conocimiento jamás es saciada, porque ese hambre es
ilusoria, jamás tuviste hambre, jamás buscaste conocimiento, solo
mutabas, eras un gusano adoctrinado, ahora que crees saber, no eres más
que una perpetua crisálida, nada cambia, solo transformas tus creencias,
mutas y el sistema se adapta a tu mutación proporcionándote eso que tu
nuevo perfil mental necesita, el velo no se levanta solo cambia su
textura, su color, su trama.
Llega
un momento en que empiezas a desconfiar, y te abrazas a la duda, la
aprietas tanto que eres incapaz de hacer nada sin ella, eres como el
niño que no puede dormir sin su osito, la duda se convierte en ese
comodín que te sirve para protegerte de todo, esa sabana que te protege
de los monstruos, de la mentira y de la verdad, porque ambas son
rechazadas, la duda como estandarte te hace tropezar igual, y ayuda al
sistema a mantenerte inerte, quieto, creyente, la duda es un principio,
pero en algún momento debes dar ese segundo paso comprometido. Con un
poco de ejercicio de observación, acabas por ver y darte cuenta, que el
sistema te sigue dando opciones, dudes o no de él, te sigue
proporcionando múltiples posibilidades de hallar el error, te ofrece
pruebas irrefutables que señalan aquello que crees es lo correcto, te
empuja a ese abismo en el que todas las posibilidades posibles son
puertas que no van a ninguna parte, errores cíclicos, esfuerzos
inútiles, el sistema te convierte en el perrillo que se persigue el
rabo, girando y girando sin llegar a concretar, ni descubrir nada que
ponga en riesgo al propio sistema.
Por
lo tanto con este sencillo razonamiento puedes llegar a conclusiones
concretas y certeras, al menos sabrás que creencia es incorrecta, inútil
e inservible, no necesitaras resonar con nada porque la mentira cantara
por soleares.
Quédate con esto:
“Si
el sistema me ofrece algo es porque beneficia al sistema. Si el sistema
persigue, oculta o ridiculiza algo, es porque me beneficia y me libera a
mí”
Parece
sencillo y básico, parece incluso de parvulario este planteamiento,
pero muy pocos lo aplican o ni siquiera ponen un mínimo filtro ante lo
que reciben de él. La mayoría defiende al sistema con uñas y dientes,
creyendo que poseen la verdad, pero solo poseen una ponzoñosa versión de
esa tramposa verdad, si se mirasen verían como de sus bocas llenas de
argumentos cuelga el sedal. Para el sistema, atraparnos es como pescar
en un cubo, sabe que tarde o temprano picaras y mostraras orgulloso el
anzuelo de tu boca. Es curioso como alguien que vive en el infierno pide
más leña, justo cuanto más se queja de las llamas que lo consumen. Aun
no acabo de entender como aquellos que rechazan la mentira y la estafa,
vuelven a picar ingenuamente a la primera que le ofrecen algo parecido a
lo que acababan de rechazar.
Los
síntomas de vivir invertidos, es que nos incapacita para identificar al
sistema, perdemos la perspectiva de lo correcto, naufragamos en una
polaridad que está pensada para relativizar y no ver más que matices en
lo absoluto, el blanco y el negro son cada vez más grises, más
relativos, argumentos y razones no nos faltan, para no llamar a las
cosas por su nombre, siempre preferiremos la preciosidad y la fatuidad
dorada de la mentira, a la rasposa e incómoda verdad. Vives cabeza
abajo, piensas que el mal porta cruces y pentagramas invertidos, pero en
realidad no es tan sencillo, es mucho más complejo que ese cliché
simplón, todo está invertido incluso tu y yo, por eso nos cuesta tanto
encontrar el orden dentro de este caos.
“El sistema no solo es el Satán, también son las dulces natas, las cuales saboreamos sin percibir lo venenoso en su sabor, robas ese elixir de los labios delotro, cuando no son sus labios sino su orto.”
Esta
inversión, habla por sí sola, In-Veritas-Sion, contraída de tal forma
que cuando tomas el fruto de tu esfuerzo y haces tú inversión, estas
donando a la causa equivocada ese fruto de tu trabajo, de tu sudor y
sacrificio. Sin querer estas realizando un ritual a su dios, a su causa,
un sacrificio de sangre, pura energía. Piensa detenidamente, medítalo
tranquilo, para, e identifica los patrones, todo esta sujeto a un modo, a
un ritual, esa forma inequívoca de hacer las cosas y perpetuarlo
durante generaciones. Romper esos rituales, es el modo de sanar este
sistema, que nunca fue de ellos, sino nuestro...
ruben torres.
visto en: http://sendailuminada.com/
giova
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